San Benito
(San Benito de
Nursia)
San Benito de Nursia (Nursia, 480 – Montecasino, 21 de marzo de
547), es considerado el iniciador de la vida monástica en Occidente. Fundó la
orden de los benedictinos cuyo fin era establecer monasterios autosuficientes,
o sea, que se autoabastecieran. Éstos comúnmente estaban organizados en torno a
la iglesia de planta basilical y el claustro. Es considerado patrón de Europa y
patriarca del monacato occidental. Benito escribió una regla para sus monjes
que fue llamada "La Santa Regla" y que ha sido inspiración para los
reglamentos de muchas otras comunidades religiosas.
Biografía
La única fuente con información sobre la vida de San Benito de
Nursia es el libro segundo de los Diálogos, escritos por san Gregorio Magno (c.
540-604). Para estos relatos, el pontífice se basó en el testimonio de algunos
monjes que conocieron al santo. Este libro, en algunos pasajes, carece del
rigor histórico tal como se entiende en la actualidad.
Era hijo de un noble romano. Su hermana se llamaba Escolástica y
también fue reconocida como santa. Su infancia se desarrolla en Nursia donde
realiza sus primeros estudios. Es enviado a Roma para capacitarse en filosofía
y retórica, pero decepcionado por el desorden moral de los habitantes de la
ciudad y deseando una vida más espiritual, pronto abandona la capital para
retirarse a Enfide (actual Affile), de donde huyó, según la leyenda, tras
realizar un milagro. Con ayuda del abad de un monasterio cercano llamado Román
(San Román Abad, Romain de Condat), se instaló en una gruta de difícil acceso,
en un lugar cercano llamado Subiaco, para vivir allí como un ermitaño. Después
de pasar tres años en ese lugar, dedicado a la oración y el sacrificio, fue
descubierto por unos pastores, quienes extendieron su fama de santidad.
A partir de allí, y especialmente gracias a sus supuestas dotes de
taumaturgo, fue visitado constantemente por personas que buscaban su consejo y
dirección espiritual. Es elegido abad de un monasterio en Vicovaro, en el norte
de Italia, pero dado que los monjes no aceptan su régimen de vida exigente,
intentan envenenarlo. Según la leyenda, Benito descubre las intenciones de los
monjes porque, en el momento de impartir la bendición, el recipiente se hace
pedazos. Tras esto, el abad decide abandonar la comunidad. Vuelve a Subiaco,
donde, debido a una gran afluencia de discípulos, funda allí varios
monasterios. En 529, a causa de la envidia de un sacerdote de la región, se
refugia en Montecasino donde funda un monasterio y desde donde se extiende la
Orden Benedictina. En 540 escribe su famosa Regula monasteriorum (Regla de los
monasterios). Murió en el año 547.
Iconografía
A Benito se le representa habitualmente con el libro de la Regla,
una copa rota, y un cuervo con un trozo de pan en el pico, en memoria del pan
envenenado que recibió Benito de parte de un sacerdote de la región de Subiaco
que le envidiaba. San Gregorio cuenta que, por orden del santo, el cuervo se
llevó el pan adonde no pudiera ser encontrado por nadie.
Devoción
Algunos creyentes invocan a san Benito para protegerse contra las
picaduras de las ortigas, el veneno, la erisipela, la fiebre y las tentaciones.
Es patrono de los archiveros, agricultores, ingenieros, curtidores,
moribundos, granjeros, de la villa Heerdt cerca de Düsseldorf en Alemania, de
enfermedades inflamatorias, de los arquitectos italianos, de los que padecen
enfermedades de riñón, de los monjes, de la villa de Nursia (su ciudad natal),
de Italia, de los religiosos (entiéndase pertenecientes a congregaciones
religiosas), de los escolares, de los criados, de los espeleólogos.
Las reliquias de San Benito están conservadas en la cripta de la
abadía de Saint-Benoît-sur-Loire (Fleury), cercana a Orleans y de Germigny-des-Prés,
donde se encuentra una iglesia carolingia, en el centro de Francia.
Se creó un galardón con su nombre, que fue recibido por el entonces
cardenal Joseph Ratzinger (ahora Benedicto XVI) el 1 de abril de 2005.
La Regla de San
Benito
La Regula monasteriorum, que consta de 73 capítulos y un prólogo,
fue retomada por Benito de Aniano en el siglo IX, antes de las invasiones
normandas; él la estudió y la codificó dando origen a su expansión por toda la
Europa carolingia, aunque fue adaptada para restarle importancia a los trabajos
manuales, en relación a la liturgia y a los monjes. Posteriormente, a través de
la Orden de Cluny y la centralización de todos los monasterios bajo la Regla de
San Benito en cabeza de los cluniacenses, fue como la Regla de San Benito
adquirió gran importancia en la vida religiosa europea durante la Edad Media.
En el siglo XI apareció la reforma del Císter, que buscaba recuperar un régimen
benedictino más ajustado a la Regula. Otras reformas (como la camaldulense, la
olivetana o la silvestrina) han buscado darle también énfasis a diferentes aspectos
de la Regla de San Benito.
A pesar de diferentes momentos históricos, en los cuales la
indisciplina, las persecuciones o las agitaciones políticas han hecho decaer la
práctica de la Regla de San Benito o han diezmado la población monástica, los
monasterios benedictinos han mantenido en todos los tiempos un gran número de
religiosos y religiosas. Actualmente, alrededor de 700 monasterios masculinos y
unos 900 monasterios y casas religiosas femeninas, ubicados en los cinco
continentes, siguen la Regla de San Benito. Se incluyen en esta cifra monasterios
de confesión protestante, tanto anglicanos como luteranos.
Su influencia en el monacato es considerable tanto en occidente
como en el mundo, especialmente en lo que concierne a la vida intelectual del
cristianismo. Esta Regla es un modelo de vida colectiva, tomada como ejemplo en
la organización de algunas empresas.
Sobre las diferentes ediciones de la Regla, el padre García M.
Colombàs (†2010), monje de Montserrat (Cataluña, España), registra en su
edición de la misma, el siguiente dato: "Entre 1930 y 1968-69, según datos
provisonales, vieron la luz 60 ediciones en latín, 32 en alemán, 31 en inglés,
30 en francés, 21 en italiano, 9 en holandés, 4 en español, 2 en checo, croata
húngaro, portugués y japonés, y 1 en catalán, irlandés, árabe y coreano"